En 1857 fundó en Karlovy Vary su propio taller de grabado de cristal y su propia tienda. Durante los primeros decenios adquiría los productos en las fábricas de cristal y después los decoraba, sobre todo por medio del grabado, una de las más complicadas técnicas de trabajo del cristal. Sus productos no solo se vendían, sino que se enviaban a las más diversas exposiciones. Su primer éxito llegó en 1873 con la Exposición Universal de Viena, en la que consiguió su primera medalla por una colección de cristal tallado y algo aún más importante: se convirtió en el proveedor oficial de vasos y copas de cristal del emperador Fancisco José I…