Un siglo más tarde, a partir de 1234, el castillo de Loket, de estilo románico tardío, se convirtió en el centro de los asentamientos eslavos en el noroeste de Bohemia. La silueta de esta fortaleza de piedra se alza sobre la roca más alta de la península desde hace más de 850 años. Junto con las construcciones edificadas a su pie, constituye una especie de corona arquitectónica sobre la cabeza de este redondo promontorio. Este pintoresco paisaje fue admirado en 1823 por Goethe, quien celebró en Loket su 74 cumpleaños y en una carta a un amigo calificó el lugar de obra maestra del paisaje…